10/11/2010

Excavando las entrañas de Lobeira

Faro de Vigo
7/11/2010
Portada de Arousa

Una semana de duro trabajo de campo y poco más de un mes de investigación en el laboratorio pueden servir para clarificar uno de los numerosos secretos que oculta el monte de Lobeira, en Vilanova de Arousa. Ese es el tiempo que prevén los investigadores que pueden tardar en recopilar, analizar y realizar una valoración de los datos encontrados en este primer estudio en profundidad de lo que se creía un monumento megalítico y que puede ser posterior, probablemente del Medievo. En ese caso, el círculo puede ser una buena piedra de toque para estudiar la cotidianeidad del rural gallego y la función de este tipo de construcciones, menos vistosas que los castillos y fortalezas, pero que son también el reflejo de la vida y del sistema rural gallego de hace cientos de años, y al que el actual le debe gran parte de su valor.


Lobeira tiene un contenido mágico. Su forma, su altitud, su ubicación y su entorno siempre han sido un atractivo durante todas las épocas, incluida la actual. Por toda su geografía se acumulan restos de otras épocas, como es el caso del círculo lítico que durante toda esta semana ha sido estudiado por un grupo de arqueólogos del CSIC para determinar su datación, pero sobre todo, para identificar qué tipo de relación puede tener con los dos túmulos funerarios que se encuentran a escasos metros.

Seis arqueólogos bajo la batuta de Elías López como director y con el asesoramiento técnico de la profesora de Prehistoria de la Universidad de Vigo, Beatriz Comendador, han comenzado a elaborar un trabajo en profundidad que tiene como objetivo arrojar luz sobre este tipo de construcciones y su origen, un debate que ha resucitado recientemente dentro del mundo de la arqueología. Durante seis días han estado buscando en las entrañas de Lobeira todos esos datos que puedan servir para arrojar luz sobre el descubrimiento que hizo Vicente Caramés en 1991 y que salió a la luz pública tras los incendios de agosto de 2006.

El de Lobeira es uno de los pocos círculos líticos que se conservan, pero a diferencia de lo que se podría pensar, la mayor parte de ellos están datados por los expertos en la etapa medieval, una época a la que el de Vilanova podría no ser ajeno.

Lo que sorprende es su proximidad y alienación con los túmulos que se encuentran en las inmediaciones, datados en 4.500 y 2.000 antes de Cristo, algo que ocurre en otro círculo lítico muy estudiado, como es el de A Mourela, en As Pontes. Esos vínculos entre la Edad Media y la Prehistoria son lo que sorprende a muchos arqueólogos y lo que están tratando de determinar.

Posterior a los túmulos
Las primeras prospecciones realizadas por los arqueólogos indican que el círculo lítico es posterior a los túmulos, aunque la etapa en la que se construyó deberá determinarse en el trabajo de laboratorio que les espera. El círculo lítico posee una cimentación mucho más débil que los túmulos, por lo que se sospecha que podría ser de otra etapa, muy probablemente la medieval. Sin embargo, su forma y su ubicación si que puede resultar materia interesante para su estudio y en ello se va a centrar el trabajo de laboratorio cuando finalicen mañana con el que se está haciendo sobre el terreno. Se han recogido muestras del sustrato para poder analizar su composición química, algo que permitiría demostrar si el círculo se utilizaba como almacén de grano o como establo para animales. Además las pruebas realizadas con el gradiómetro han permitido descubrir la presencia de un antiguo camino, utilizado hasta no hace mucho tiempo, y la presencia de otra posible edificación, de forma rectangular, en las inmediaciones.

El hecho de que el círculo lítico no corresponda a la etapa del neolítico no resta importancia a esta construcción para los investigadores. Estos monumentos apenas se han estudiado como parte del proceso de población del rural en Galicia, como parte de la cotidianeidad de una etapa que acabaría marcando el desarrollo del campo gallego tal y como se conoce en estos momentos.

Los trabajos siempre se han centrado en otro tipo de construcciones más llamativas, como los castillos o fortalezas medievales, pero el sistema rural gallego es un gran desconocido al que este tipo de actuaciones pueden beneficiar para su conocimiento "ya que si no fuese por estos restos, no existirían apenas noticias", indica Patricia Mañana, una de los seis arqueólogos que llevan más de una semana excavando en Lobeira. Los trabajos también han servido para sacar a la luz algún material de la época en la que fue construido el círculo lítico, especialmente fragmentos de cerámica.

Testimonios orales
Además de las excavaciones, los investigadores, a través de los comuneros están tratando de recopilar datos sobre la presencia del círculo lítico en Lobeira a través de la recopilación oral. Así, están buscando gente mayor que pueda tener recuerdos del mismo para ver si todavía se empleaba a mediados del siglo XX.

No en vano, el camino descubierto durante los trabajos estaba abierto hasta hace poco tiempo y en fotografías aéreas de los años 50 es reconocible, además de que la zona que ocupan tanto el círculo como los túmulos estaba dedicada a la producción de cereal, por tratarse de un terreno muy fértil.

El trabajo de las excavaciones de Lobeira pasará el martes al laboratorio, donde durante un mes el equipo de trabajo del CSIC tratará de sacar las conclusiones sobre el origen de este círculo lítico. Todas ellas se harán públicas en revistas especializadas para aportar los descubrimientos al escaso conocimiento que se tiene de los círculos líticos.

Comuneros
Para el estudio que realizan los investigadores del CSIC ha sido necesaria la colaboración fundamental de la comunidad de montes de András, una entidad que, desde hace años, ha mostrado una especial sensibilidad hacia la protección de Monte Lobeira y de sus riquezas. Los comuneros se han encargado de limpiar la zona de maleza, permitiendo a los arqueólogos trabajar sin ningún tipo de problema y han mostrado desde el inicio toda su colaboración.

Con el objetivo de revalorizar el monte, no se descarta que la actual ruta de senderismo se extienda también al círculo lítico, recuperando el antiguo camino e instalando paneles informativos que expliquen el significado que puede tener esta zona.

En la actualidad, la senda arranca en las inmediaciones de la iglesia parroquial de András para acercarse al Faro das Lúas.

Desde ahí, se dirige hasta el punto más alto del monte, la cruz de Lobeira, a la cual rodea para que el paseante pueda tener alguna de las mejores imágenes de la ría de Arousa.

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