31/07/2010
Silvia Pena
Desde hace varias semanas un grupo de arqueólogos se ha trasladado a la localidad lucense de Palas de Rei para investigar los restos arqueológicos aparecidos en las obras de la autovía Lugo-Santiago a su paso por la parroquia de Fontecuberta, en el monte de Moreira.
Los vecinos del lugar especulan sobre el hallazgo a pesar de que a simple vista es prácticamente imposible descifrar lo que podía ocultarse bajo el inmenso matorral que meses antes cubría la zona, un montículo muy elevado en el que trabajan 15 arqueólogos. El terreno en el que se desarrollan los trabajos se encuentra acotado por cinta de obra y en su interior se distinguen numerosos indicadores de colores esparcidos por los técnicos.
Los lugareños hablan de la posible existencia de 'mámoas', de petroglifos y de la posibilidad de que el monte, olvidado durante años, fuese en su día un lugar habitado. A pesar de todo, lo más posible es que se trate de una zona 'violada' de la que ya sólo quede el testigo del tiempo. "Ahí no hay oro, ni plata, ni nada porque ya se lo habrían llevado, sólo quedan piedras" comenta un vecino de una aldea próxima.
Los técnicos de la empresa compostelana Zeta Arqueología que realizan las labores de búsqueda, catalogación e inventariado y los responsables de la UTE Palas, encargada de la obra, declinan explicar lo que encontraron en el monte "por carecer de autorización". Si bien, ambas fuentes indican que las excavaciones se corresponden con un "área de cautela" recogida en el propio proyecto de obra.
Las mismas fuentes reconocen que en la zona existen restos arqueológicos, por lo que se ha establecido un plazo para estudiar esos elementos y poder catalogarlos. Unos trabajos que finalizan una vez que la Dirección General de Patrimonio, dependiente de la Consellería de Cultura de la Xunta, quien ya ha visitado la zona, emita un informe al respecto, previsiblemente en el mes de agosto. El documento arrojará luz sobre lo que hoy oculta el paso del tiempo en el monte de Fontecuberta.
El proyecto de la autovía ya incluía necrópolis y 'mámoas'
El proyecto de obra con el que trabaja la UTE, formada por las empresas Copasa y Taboada y Ramos, distinguía una zona de necrópolis con túmulos y la existencia de dos 'mámoas', arquitectura funeraria.
Las fuentes consultadas explican que las excavaciones y los trabajos que están desarrollando los arqueólogos en ningún caso paralizan o ralentizan las obras, puesto que las prospecciones "estaban en el proyecto y contaban con un tiempo estipulado para acometerlas", explica Fernando Varela, responsable de la UTE Palas.
A pesar de que los yacimientos no eran nada nuevo, el Ministerio de Fomento -la fuente autorizada- sí precisa que durante la ejecución del proyecto de excavación han aparecido "restos adicionales" como un petroglifo o una 'mámoa' más que están siendo estudiados por el equipo desplazado en el monte de Palas de Rei.
Las obras del tramo de autovía que conectará Lugo con Santiago de 15,4 kilómetros y un presupuesto de 74,3 millones de euros, siguen su curso a ambos lados de los yacimientos. La zona del monte de Moreira que está siendo estudiada por los arqueólogos quedará cubierta por el asfalto una vez Patrimonio decida que los trabajos han concluido. Las partes consultadas descartan, casi con total seguridad, que el tramo pueda ser desviado por la importancia del hallazgo.
Los vecinos del lugar especulan sobre el hallazgo a pesar de que a simple vista es prácticamente imposible descifrar lo que podía ocultarse bajo el inmenso matorral que meses antes cubría la zona, un montículo muy elevado en el que trabajan 15 arqueólogos. El terreno en el que se desarrollan los trabajos se encuentra acotado por cinta de obra y en su interior se distinguen numerosos indicadores de colores esparcidos por los técnicos.
Los lugareños hablan de la posible existencia de 'mámoas', de petroglifos y de la posibilidad de que el monte, olvidado durante años, fuese en su día un lugar habitado. A pesar de todo, lo más posible es que se trate de una zona 'violada' de la que ya sólo quede el testigo del tiempo. "Ahí no hay oro, ni plata, ni nada porque ya se lo habrían llevado, sólo quedan piedras" comenta un vecino de una aldea próxima.
Los técnicos de la empresa compostelana Zeta Arqueología que realizan las labores de búsqueda, catalogación e inventariado y los responsables de la UTE Palas, encargada de la obra, declinan explicar lo que encontraron en el monte "por carecer de autorización". Si bien, ambas fuentes indican que las excavaciones se corresponden con un "área de cautela" recogida en el propio proyecto de obra.
Las mismas fuentes reconocen que en la zona existen restos arqueológicos, por lo que se ha establecido un plazo para estudiar esos elementos y poder catalogarlos. Unos trabajos que finalizan una vez que la Dirección General de Patrimonio, dependiente de la Consellería de Cultura de la Xunta, quien ya ha visitado la zona, emita un informe al respecto, previsiblemente en el mes de agosto. El documento arrojará luz sobre lo que hoy oculta el paso del tiempo en el monte de Fontecuberta.
El proyecto de la autovía ya incluía necrópolis y 'mámoas'
El proyecto de obra con el que trabaja la UTE, formada por las empresas Copasa y Taboada y Ramos, distinguía una zona de necrópolis con túmulos y la existencia de dos 'mámoas', arquitectura funeraria.
Las fuentes consultadas explican que las excavaciones y los trabajos que están desarrollando los arqueólogos en ningún caso paralizan o ralentizan las obras, puesto que las prospecciones "estaban en el proyecto y contaban con un tiempo estipulado para acometerlas", explica Fernando Varela, responsable de la UTE Palas.
A pesar de que los yacimientos no eran nada nuevo, el Ministerio de Fomento -la fuente autorizada- sí precisa que durante la ejecución del proyecto de excavación han aparecido "restos adicionales" como un petroglifo o una 'mámoa' más que están siendo estudiados por el equipo desplazado en el monte de Palas de Rei.
Las obras del tramo de autovía que conectará Lugo con Santiago de 15,4 kilómetros y un presupuesto de 74,3 millones de euros, siguen su curso a ambos lados de los yacimientos. La zona del monte de Moreira que está siendo estudiada por los arqueólogos quedará cubierta por el asfalto una vez Patrimonio decida que los trabajos han concluido. Las partes consultadas descartan, casi con total seguridad, que el tramo pueda ser desviado por la importancia del hallazgo.
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